Marazu y un servidor en un momento de la presentación.

No tengo palabras para definir lo que pasó el viernes 20 de enero en Librería Letras. Ahora entiendo el «miedo escénico», aquella expresión que popularizó Jorge Valdano a mediados de los años ochenta sobre saltar al terreno de juego en el Santiago Bernabéu. Sobrecoge, y de qué manera, enfrentarse a algo más de 70 personas. El acto superó, y con creces, todas las expectativas. Así que muchísimas gracias a todos los que me acompañasteis en la puesta de largo de mi último libro, a los que os dejasteis convencer para llevaros una banasta de manzanas a vuestras estanterías y, sobre todo, a aquellos que, en petit comité, me confesasteis que habíais derramado alguna que otra lágrima.

Gracias a Gemma Orgaz, Maria Belen Orgaz Jimenez y Rebeca Muñoz González, por las facilidades, la predisposición, el cariño y por hacerme sentir como en casa. Larga vida a ‘Letras’ y a todas las librerías de barrio.

Muchas gracias también a Editorial Páramo, por seguir confiando en mí y por acogerme entre los brazos de su gran familia.

Y por último gracias a @jorgemarazu por liarse la manta a la cabeza, por su complicidad y por su rotundo sí a la propuesta que le hice hace un mes y medio de colaborar conmigo en la presentación del libro en #Ávila. Me hiciste sentir menos solo sobre el escenario, amigo.