Os presento mi último libro, que lleva por título La liturgia de la carne y que ha publicado recientemente la Editorial Páramo. En él he intentado explorar, siempre desde el respeto a los sentimientos y a las creencias y con la mayor honestidad intelectual posible, la relación existente entre el cristianismo y el erotismo a través de la iconografía religiosa, la Biblia, la pintura y la escultura renacentista y barroca y el misticismo. Siempre he creído que hay un elemento de sensualidad que invade todo el arte religioso, desde los motivos ornamentales de los capiteles románicos a los frescos de la Capilla Sixtina. De ahí que crea que podamos hablar de un erotismo de lo sagrado.
Por él desfilan desde Salomé a las hijas de Lot, de la reina de Saba a Simón del desierto, del Cristo yacente de Gregorio Fernández a la Magdalena penitente de Pedro de Mena. Además de múltiples escenas bíblicas que he querido resignificar y dar un sentido actual llevándolas a mi experiencia vital.
Por último, si tuviera que definir con una sola frase la esencia del libro creo que sería esta: sacralizar lo profano sin profanar lo sacro. Y, sinceramente, espero haberme acercado todo lo posible a esta máxima.
Gracias, como siempre, a la Editorial Páramo, por la confianza y por darme la oportunidad, tres años después de Las manzanas de Iduna, de volver a publicar y hacerme sentir en casa.
P.D.: el detalle de la portada está extraído de un lienzo atribuido al pintor barroco Juan Carreño de Miranda que se alberga en el Rijksmuseum de Ámsterdam y que, como os podéis imaginar, muestra una de las flechas con las que fue asaetado el mártir cristiano, San Sebastián.
Dejo por aquí el enlace a la página de la editorial por si os queréis hacer con él: https://www.editorialparamo.com/online-store/La-Liturgia-de-la-carne-p728117638

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